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sábado, 17 de noviembre de 2012

SE HIZO LA NOCHE

Y se hizo la noche...
Me asomo a la ventana justo a tiempo de contemplar como una oscura nube, intenta ocultar la luz de la luna a los mortales.
Las sombras, caminan por el suelo arrastrándose, hasta llegar a la parte oscura de la calle; esa que siempre está en penumbras porque la esquina le impide a la luz llegar hasta ella.
Un perro ladra en la lejanía, y aun mas lejos, le responde otro perro co
n ladridos desacompasados, como un metrónomo desajustado.
La algarabía, continua en la taberna.
Alguien se ha empeñado en cantar una copla...con acento gallego.
Suenan las risas de los parroquianos apurando su penúltima copa de vino, antes de irse a casa.
Un gato vagabundo, revuelve entre los contenedores de la basura, mientras lanza miradas furtivas a su alrededor.
A lo lejos, suena una sirena, y su sonido se va alejando, desvaneciéndose poco a poco entre el paisaje.
Miro arriba y la oscura nube ha decidido continuar su camino, empujada por los vientos, hacia otro lugar.
Llegan mas gatos y se disputan con ásperos maullidos, unas raspas de sardinas.
Sus maullidos resuenan desiguales y estridentes.
Alguien pasa por la calle y los espanta...
...¡Fape!...¡Fute...!...
Los gatos se van a la carrera dejando abandonado su trofeo, mientras el viandante cierra los contenedores con parsimonia.
Un auto, pasa por la carretera, con las ventanillas bajadas, dejando oír en su interior y casi ocultando el sonido del motor, una canción rockera de los 80...
Pasa como una exalación, dejando atrás su "banda sonora" de viejo espectáculo de la movida madrileña.
Viejas añoranzas acuden a mi mente, evocando noches de farra y botellines vacíos de rubia Keller, entre acordes de música de Sabina y Miguel Ríos, olvidados por unas horas los apuntes de antropología social, en tinta negra sobre blancos folios.
Noches de camaradería, en compañía de los "desheredados" del mudo; de los inconformistas utópicos que querían cambiar el mundo...
El mundo...Ese lugar tan inhóspito para los pocos especímenes de la raza humana, que tienen muy exacerbadas sus ansias de paz...de libertad...
Lejanos quedan ya aquellos días, en que toda una generación se quería comer al mundo...Años después, todos ellos hubieron de andar con mucho cuidado de que el mundo...no se los comiera a ellos.
Ahora, muchos nos conformamos con poder seguir noche tras noche contemplando a la luna y dejando vagar nuestra imaginación, por los infinitos reinos de Morfeo, encontrando en ellos nuestro lugar.
Un zumbido familiar me saca de mis cavilaciones...
Es la bruja blanca batiendo sus alas de libélula.
La miro y con un guiño de un ojo, me da a entender que ya es la hora de viajar...
Un looping, y aterriza suavemente sobre el cabecero de mi cama, frotando sus alas entre si al modo de los grillos cuando frotan sus élitros, en las noches estivales.
Echo una ultima mirada por la ventana, y me parece ver a una "meiga" volando en su escoba a través de las viajeras nubes.
La noche huele a estrellas y a "queimada", con toque de café y frutas...
Me acuesto en mi cama y me arropo con las mantas, como si estuviese en el país del frío, mientras en mi mente veo la imagen de alguien que juega con los lobos al pilla-pilla.
Mis ojos se van cerrando poco a poco, y en mis oídos parece resonar una melodía conocida...
Escucho la música de mi interior con atención, para ver si consigo descifrar su origen e identificar la melodía...
Silencio...
Ya está...!!!
Pues claro...!!!
Es el mismo tango de siempre; el de toda la vida; el que arrabalero, acompañado por un acordeón, resuena en mi mente...

..."Mi Buenos Aires querido
cuando yo te vuelva a ver,
no habrás más pena ni olvido.

El farolito de la calle en que nací
fue el centinela de mis promesas de amor,
bajo su quieta lucecita yo la vi
a mi "pebeta", luminosa como un sol.
Hoy que la suerte quiere que te vuelva a ver,
ciudad porteña de mi único querer,
y oigo la queja
de un bandoneón,
dentro del pecho pide rienda el corazón."...





                                                                                                                                      J.J.2012

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