Esta noche, me he asomado a la ventana...
En la calle, el torrente de lúmenes prefabricados que emiten las farolas, se refleja sobre la pintura metalizada de los coches aparcados al otro lado de la acera.
Los gatos siguen junto a los contenedores, maullándole a una lejana luna, que indolente, refleja prestada la luz del evadido sol.
Un mozalbete subido a un ciclomotor, pasa zumbando, dejando tras
En la calle, el torrente de lúmenes prefabricados que emiten las farolas, se refleja sobre la pintura metalizada de los coches aparcados al otro lado de la acera.
Los gatos siguen junto a los contenedores, maullándole a una lejana luna, que indolente, refleja prestada la luz del evadido sol.
Un mozalbete subido a un ciclomotor, pasa zumbando, dejando tras
de si un infernal ruido, y un olor a gasolinas y aceite quemados.
El ruido tarda en desaparecer, hasta que el "Alex Crivillé" de pacotilla, desaparece sobre su montura, carretera abajo.
...Los gatos vuelven...
Se habían ido a toda prisa, creyendo que el mundo se les venía encima al paso de la máquina infernal.
...Retoman su lugar sobre el contenedor, mientras uno de ellos, busca calor bajo la carrocería de uno de los autos aparcados.
Me meto para adentro y cierro la ventana...
Tomo asiento frente al pc, y tecleo absurdos pensamientos que van llegando en tropel a mi mente...
La bruja blanca, aun no ha llegado esta noche; seguramente que su reloj de arena se ha parado atascado por un grano...demasiado grueso...
Retorno de nuevo a la ventana, en busca de un poco de aire...
Aspiro el aroma nocturno que el rocío de la noche deja tras de si...
Esta noche, el aroma trae mezclados consigo multitud de olores...
Olor a hierba mojada, olor a paz, olor ... a sueños...
Pues los sueños también huelen, y tienen propio sabor...
Hoy, esta noche...Huelen a esperanza, a esperanza mezclada con ron...A esperanza mezclada con licor...
El licor que deben de haberse tomado los dos beodos de siempre, que tal vez embriagados por el Ballentine´s, tal vez por la escena que deben de estar contemplando mirando al cielo; pues hoy, ambos están mirando al cielo como si buscasen una luz que les indique el camino para llegar a casa...
Al final, ambos se paran junto a una farola, y uno de ellos se empeña en golpearla con el puño cerrado, mientras vocifera...
-¡María, Maríaaaaa!-
-¿Que haces?- Pregunta el otro...
-Llamando a mi mujer...Llamando a mi mujer...Pero no me contesta... -Responde.
El otro se queda pensativo, y mira también hacia arriba...
...-Oye... - dice- ...Pues...Sigue; sigue llamando porque ahí arriba hay luz-...
Me meto deprisa para dentro, ahogando una carcajada...
...De todo...Hay en la viña del Señor...
El ruido tarda en desaparecer, hasta que el "Alex Crivillé" de pacotilla, desaparece sobre su montura, carretera abajo.
...Los gatos vuelven...
Se habían ido a toda prisa, creyendo que el mundo se les venía encima al paso de la máquina infernal.
...Retoman su lugar sobre el contenedor, mientras uno de ellos, busca calor bajo la carrocería de uno de los autos aparcados.
Me meto para adentro y cierro la ventana...
Tomo asiento frente al pc, y tecleo absurdos pensamientos que van llegando en tropel a mi mente...
La bruja blanca, aun no ha llegado esta noche; seguramente que su reloj de arena se ha parado atascado por un grano...demasiado grueso...
Retorno de nuevo a la ventana, en busca de un poco de aire...
Aspiro el aroma nocturno que el rocío de la noche deja tras de si...
Esta noche, el aroma trae mezclados consigo multitud de olores...
Olor a hierba mojada, olor a paz, olor ... a sueños...
Pues los sueños también huelen, y tienen propio sabor...
Hoy, esta noche...Huelen a esperanza, a esperanza mezclada con ron...A esperanza mezclada con licor...
El licor que deben de haberse tomado los dos beodos de siempre, que tal vez embriagados por el Ballentine´s, tal vez por la escena que deben de estar contemplando mirando al cielo; pues hoy, ambos están mirando al cielo como si buscasen una luz que les indique el camino para llegar a casa...
Al final, ambos se paran junto a una farola, y uno de ellos se empeña en golpearla con el puño cerrado, mientras vocifera...
-¡María, Maríaaaaa!-
-¿Que haces?- Pregunta el otro...
-Llamando a mi mujer...Llamando a mi mujer...Pero no me contesta... -Responde.
El otro se queda pensativo, y mira también hacia arriba...
...-Oye... - dice- ...Pues...Sigue; sigue llamando porque ahí arriba hay luz-...
Me meto deprisa para dentro, ahogando una carcajada...
...De todo...Hay en la viña del Señor...
J.J.2012
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