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domingo, 20 de enero de 2013

AMANECER TRAS LA LLUVIA


Algunos amaneceres, me resultan extraños...
Esos amaneceres, en los que la luna, reina de la noche, se va a toda prisa, destronada por los incipientes rayos del rey sol, que con su habitual ímpetu, ahuyenta la noche y a su dama de luz, exiliandola a otras tierras allende los mares.

Esta noche, parece tranquila. La lluvia vespertina, ha dejado tras de si una sensación de frescor, de mil aromas entremezclados y mil reflejos sobre el suelo.

La bruja blanca, de nuevo anda revoloteando por mi estancia esta noche, batiendo sus alas de libélula sin parar, de forma vertiginosa.

Su vuelo es rápido de un rincón a otro de la estancia. A veces tengo miedo de que en uno de sus vuelos, termine dándose de narices contra los cristales de la cerrada ventana.
Mejor la abro...

La suave brisa nocturna, invade la estancia, trayendo consigo el frescor renovado que sólo dan las noches de mi tierra...
A lo lejos, por encima de las cumbres, me parece ver el acogedor destello de luz del faro de "fisterra", que con su luz orienta a los extraviados navegantes...

En las costas, seguramente "as meigas" estarán ya haciendo sus preparativos para la "queimada" diaria, y repasando por enésima vez sus cánticos de conjuros, para recitarlos mientras el "oruxo" arde en su olla de barro, antes de ser distribuido a los mortales, para que sus almas sean purificadas con las llamas del etanol.

Un coche pasa haciendo jugo de luces, para espantar a dos gatos que en mitad de la calzada, riñen por lo de siempre...por una hembra...

Cierro los ojos un momento y me imagino que los humanos fuésemos iguales...

Sería la hecatombe...

Saldríamos ya de casa dando garrotazos a diestro y siniestro...que va...que va...quita...quita...

Deshecho la idea, como si fuese algo descabellado, aunque reconozco que algunos...si son así...

La brujita blanca, ya ha tomado posición en la cabecera de mi cama y me hace señas, señalando su muñeca...Ya es la hora...
He de irme a navegar por los mares del sueño, en busca de nuevas aventuras que relataros mañana...

Me acuesto y me arropo con las suaves sábanas de hilo, y mis párpados casi de inmediato, comienzan a pesar...a pesar mucho...mucho...demasiado...

Cierro los ojos, y justo en el momento de atravesar la linea de la etapa REM, me parece oír un murmullo....

Que será???

Ya se...

Es el tango de siempre, el que suena, a modo de buenas noches...

http://youtu.be/XeSBMJbLugg


Por cierto...hasta mi llega un olorcillo...

¿Café...?...

Noooo...

...Mate; es infusión de hierba mate lo que huelo...

                                                                                (JotaJota)

LAS VOCES DE LOS "AUSENTES" ( V)

Estaba solo...

Solo como cuando estaba en algunos de los campos de batalla por los que pasó.

Solo entre la multitud, como decía a veces.

Su padre, el viejo Goyo, sabía que había estado con los del monte; pero Goyo era su padre, así que por ahí no había nada que temer, pero debería de andar con cuidado.

Si le agarraban los de la fuerza, lo pasaría mal...muy mal.
A su mente acudieron imágenes acerca de los relatos que algunos le habían hecho, unidas a sus propias vivencias.

Recordaba cuando volvió a su pueblo en mitad de la batalla del Ebro.
Por aquel entonces fueron muchos los que huyeron hacia Francia, pero él...él era obstinado; muy obstinado; y empeñado en que no había hecho nada malo, volvió a su pueblo.

Recordaba a aquel sargento de la fuerza, que orgulloso lucía sobre su pecho el yugo y las flechas y que tenía fama de sanguinario.Pronto lo pudo comprobar por si mismo, cuando le detuvo.

A las pocas horas; casi sin haberle tomado declaración siquiera,ya era un amasijo de carne ensangrentada por los golpes y con varios huesos rotos.

A aquel sádico, le divertía sobremanera irles ensartando a sus detenidos, astillas bajo las uñas, mientras les cantaba aquello de "canta grillito, canta, cri-cri.cri...".

Pudo probar aquel aparato que consistía en un fusil amarrado colgando del techo, al que a su vez, suspendido por brazos y piernas, colgaban a algún desdichado, y lo mantenían así durante días...

También probó las descargas de electricidad, que le aplicaron en cabeza, piernas y testículos.

Luego, mientras el sádico sonreía con su cigarrillo colgando de la boca por debajo de su bigote,le tiraron varios cubos de agua helada por encima, para "ponerle decente", antes de acudir a aquel paripé que fue su juicio. Un juicio que apenas duró cinco minutos escasos, y en el que gracias al cabo Pepe, de la guardia civil, amigo suyo desde la infancia, y a su testimonio de que era buena gente, se libró del fusilamiento.
A cambio...diez largos años en aquella cárcel inmunda que era Ezkaba.

Días enteros sentado el la oscuridad mas absoluta; pues aquel viejo fortín estaba semienterrado por un lado, justo el lado en el que estaban las celdas, y a causa de ello, estaban siempre a oscuras, sentados en el frío y húmedo suelo de aquellas celdas, por las paredes de las cuales en el invierno, el agua manaba abundantemente.

A veces les dejaban salir al patio. Un patio estrecho y largo, con el suelo empedrado y rodeado por los edificios de los pabellones, cerrado el otro de sus lados por el edificio del cuerpo de guardia.
A menudo algún auto llegaba hasta la entrada del  fortín y varios tipos vestidos con camisa azul bordada de rojo se apeaban y dirigiéndose al cuerpo de guardia, lanzaban miradas asesinas a los que estaban en el patio.

Esas noches, justo a las doce en punto, aquel guardia al que llamaban "el castizo", por su costumbre de arrastrar las palabras, leía en voz alta un nombre...o varios...

-Feeernándeeez Miguéééélez Franciiiiscooooo...

-¡Voy!, respondía el nombrado o los nombrados.

De allí lo trasladaban a una sala en el edificio de la entrada y el alcaide le decía...

-Bien...Le vamos a poner en libertad,porque estos señores dicen que le conocen y que responden de usted, así que ellos se harán cargo de trasladarle al cuartelillo a cumplimentar las diligencias y le pondrán en libertad...

...Libertad...Libertad...

Aquellas palabras sonaban a gloria bendita en los oídos del desgraciado, que se ponía muy contento, dándoles las gracias a "aquellos señores", que le miraban ceñudos, sin percatarse de que lo que había en sus ojos era...odio...Un odio brutal e inhumano.
Le dejaban ir a su celda a por sus pertenencias acompañado por "el castizo", que le repetía....

-Pero hombre...Si a donde vas ahora no necesitarás esos andrajos...

Él desgraciado recogía todo, pues no estaban los tiempos para dejarse nada, menos algún par de botas viejas, que le regalaba a sus compañeros.
Salía contento y alegre, despidiéndose de todos...

-¡ Adiós compañeros; me voy...Salud camaradas...Hasta la vista...!

La mayoría sabían que nunca llegaría a su casa...
"El castizo", gritaba al llegar a la puerta de salida.

-Unoooo que se vaaaaaaa...

Los guardias abrían la verja y él pobre salía acompañado de los tipos de las camisas azules. Se subían a un auto y tomaban carretera abajo.
Al cabo de recorrer unos kilómetros, paraban el auto.

-Oye tu, le decían. No querrás que la gente te vea llegar al pueblo en el auto de la fuerza, ¿no?. Imagínate que vergüenza si alguien te reconoce.
-Claro, claro, respondería el infeliz. Claro, gracias.

Ellos paraban el motor y le dejaban bajar.

-Hala ¡Vete!. Nosotros te recogeremos en la salida del pueblo cuando termines. ¿No te irás a escapar ahora, verdad?.
-No, claro que no. Diría el desgraciado.
-Pues hale, Ea, vete ya.

El pobre tipo, se iría caminando carretera adelante, pensando en lo afortunado que había sido al dejarle en libertad.
No se habría alejado una decena de metros, cuando varios disparos sonarían a su espalda.

Le habrían aplicado lo que sarcásticamente llamaban "ley de fugas"...o Artículo 41...

Su cuerpo sería enterrado a un lado de la carretera, como tantas decenas y hasta cientos de ellos yacían allí enterrados ocultos, componiendo una de las acciones mas abominables de aquella gente.

Al día siguiente, se correría la voz por el penal, de boca del "castizo".

-Al Migueeeeeléééézzz le han tenido que aplicar la "ley de fugas"... ¡Pues no se le ocurre al desgraciado intentar escapar cuando lo llevaban al cuartelillo a hacer diligencias para soltarlo....!...¡ Hay que ser imbécil...!

Afortunadamente, a él nunca habían venido a buscarlo para "soltarlo".
Pero recordaba la despedida de tantos que creían ir hacia la libertad, cuando en realidad iban hacia la muerte...

Libertad...Libertad...

Que bellas palabras. Cuantas connotaciones guardaban dentro...Cuantas ansias reprimidas.

Años antes , aquella maldita cárcel fue cerrada por culpa de una fuga.
Una fuga en la que 795 presos se fugaron por la puerta principal, después de haber reducido a los guardias y matado a uno de ellos...con un martillo.

No quería volver  a esos tiempos. Tiempos de miedo y represión. De hambre, palizas y enfermedad. Tiempos de encierro y de incertidumbre.
Mas lo que aquellos hombre le habían propuesto y él había aceptado, le podían muy bien volver a llevar a algún sitio parecido.

Pero él era obstinado; obstinado y cabezota como pocos; así que decidió seguir adelante con la misión encomendada costase lo que costase...Hasta su vida si era necesaria...

Encendió un cigarrillo y mientras se lo fumaba con nerviosas caladas, pensó en su mujer.

La pobre ya había pasado malos tiempos cuando le encarcelaron.
Tuvo que trabajar muy duro en la hacienda para salir adelante y evitar que los colaboracionistas se la arrebataran aprovechando que él no estaba y haciendo uso de las mas refinadas técnicas y tácticas tanto "legales" como ilegales.

Mas no lo consiguieron.

Su padre la había contado cuando ella, armada con la vieja escopeta de caza, salió a encañonar al mismísimo jefe local del movimiento, cuando intentaba junto con un señorito del pueblo de al lado, confiscarle sus vacas.

En aquella ocasión tuvo suerte...

Pepe, el cabo de la guardia civil, estaba cerca y al oír las voces  se llegó hasta allí acompañado por dos números y consiguieron persuadir a los intrusos de que era mejor que se fueran o él se encargaría de ellos personalmente y les acusaría de cuatreros. Y de como Pepe, se las vio y se las deseó para apaciguar a la brava Rosa, que aferrada a su escopetucho, aún les quería descerrajar dos tiros.

Una mujer brava; si que lo era su Rosa. Una brava mujer.

Su padre, Goyo, había soportado de todo desde que su mujer murió, y mas aún cuando en el pueblo se supo que su hijo estaba en la cárcel por temas políticos.

También soportó largos interrogatorios y palizas, pero siempre le soltaron gracias a la labor  de Pepe, que siempre intercedió por ellos.

-¡ Un día te meterás en un problema por defenderlos tanto, Pepe! - Le había dicho en reiteradas ocasiones su sargento, el sádico: Mas sabía que el padre de Pepe, era teniente coronel del ejército. Un hombre condecorado por acciones de guerra tanto en Marruecos como allí; lo que se llamaba un "héroe de guerra" con bastantes influencias, así que se cuidaba muy mucho de decir cosas fuera de lugar.

Gracias a ello, Pepe pudo sacar de  algunos apuros a Rosa y a Goyo.

Cuando él volvió al pueblo tras su puesta en libertad, Pepe le fue a recibir a la estación del ferrocarril, vestido de paisano.

Pepe le recibió muy serio y juntos se fueron a un bar donde nadie les conocía a tomarse un café. Por el camino, tras asegurarse de que nadie les seguía, la mueca seria de Pepe se tornó en una sonrisa y un fuerte abrazo a su amigo desde la niñez.

-Bienvenido a casa...Le dijo. Intentaré que  no os pase nada y que nadie se meta con vosotros.

Él, sólo acertó a decir...
-Gracias Pepe, amigo.

                                                        (JotaJota)

                          (CONTINUARÁ)


miércoles, 16 de enero de 2013

MAS NOCHES DE LLUVIA

Las horas pasan lentamente, al igual que las gotas caen del cielo también lentamente.

El tiempo, parece transcurrir con una pausada monotonía, mas propia de las horas contadas una a una por un reloj de arena, en el que los segundos caen al ritmo en que caen los granos de arena.

Me asomo a la ventana y miro hacia arriba.

Un torbellino de minúsculas gotas de agua, se dibujan al contraluz de las f
arolas, y parece que viniesen, todas a una, hacia mí.
La luna, no se ve esta noche...

Tampoco las estrellas osan asomarse al negro cielo, encapotado por miles de nubes que vierten su llanto sobre la tierra.
Los prados, están casi anegados por tanta agua, y los ganados aparecen como medio adormilados bajo la incesante lluvia.

Mañana, será otro día igual que el de hoy...

Añoro el calor del verano, las tardes bajo el sol y la luz de los amaneceres.

Los días en la playa, días de tortilla y de sandwich, saboreando una cerveza bien fría...

Añoro el rumor de las olas resonando en mis oídos, mientras me dejo mecer por la marea que sube.
Tardes de sombra bajo los eucaliptos al lado de la ría...

Añoro contemplar a los pescadores, que pacientes lanzan su sedal al agua, aguardando la picada de alguna chopa, sargo o dentón, con el que agasajar a sus visitas los días de fiesta.

Añoro el sonido de la sidra al "espalmar" en el fino vaso de escanciar.

...Las voces...

Las voces de algunos tertulianos que animados por la bebida típica astur, se atreven con alguna tonada de El Presi, o de Víctor Manuel.

Sus ecos resuenan largamente por las esquinas de algunos barrios sidreros, mientras los niños corretean por las plazas jugando con los corchos.

Tiempos de descanso...

Tiempos de descanso y de farra, como diría el cantautor Pipo Prendes, en alguno de sus bellos temas.

Tiempos de vino y rosas, sin preocuparse de las espinas.

Mas aún falta mucho para eso, y entretanto, me entretengo emborronando pantalla tras pantalla; tecleando sin cesar los absurdos pensamientos que a mi obtusa mente acuden.

Aún faltan muchos días de rutinas miles de veces repetidas, hasta que lleguen esos días de asueto.

Mientras, trato de hilvanar, día tras día; noche tras noche, estas ocurrencias de despedida, que algunos esperáis impacientes.
Me imagino a la abuelita del país de los fríos eternos, sentada como cada día; como cada noche, en el centro de un círculo formado por sus bebés, mientras les recita hoy bellos poemas de Neruda.

También pienso en "as meigas"; que de nuevo otra noche, tendrán que volver a refugiarse de la lluvia en el interior de alguna caverna perdida en la espesura de los montes galaicos.

También a la dama que baila con los lobos; esta noche armada de paraguas y botas de goma, que danza con los lobos a su alrededor, en mitad de la serranía.

La brujita de las alitas de crista, debe de estar esta noche ocupada, pues aún no me ha dejado su despedida en el cabecero de mi cama, con un guiño; como hace cada noche.

Y la dama que escucha los tangos de Gardel mientras lee a Gabo, a sorbitos de su mate, subirá el volumen del reproductor, para no oír las detonaciones en la calle.

Mi gatita, ya ha tomado posiciones sobre la cama y me mira con ojitos dormilones mientras ronronea quedamente.

Es ya hora de irse a dormir...

Escucho...

Escucho y esta noche oigo una música que me transporta...

...Pienso en Marte...


http://youtu.be/AlA_7O3VAHQ


...Háganme un favor...¿ Quieren ?...
...Sean felices...
( O por lo menos...Inténtenlo...)

lunes, 14 de enero de 2013

EL ENCUENTRO CON LA VIDA

Por una olvidada carretera perdida entre eucaliptos, solitaria en plena noche, viajaba una dama, caminando titubeante ante la inmensidad que la rodeaba.
Se sentía perdida; sola, vulnerable; acongojada ante la grandeza del paisaje interminable que la rodeaba.
Tenía miedo; sentía ganas de llorar, de gritar, de decirle a voces a los cuatro vientos, que se sentía asustada...
Por un momento, se sintió 
incapaz de seguir adelante, incapaz de dar ni un solo paso mas. Se paró y miró a su alrededor.
En un hueco al lado de la carretera larga e interminable, se sentó, encogiéndose en posición fetal...
Lloró...Si. Lloró..
Lloró dejando fluir su amargura, su miedo, su pena, mezclados con las saladas lágrimas.
Se sentía minúscula ante el paisaje...Cohibida por la sensación de impotencia ante tal situación.
Intentó serenarse, mas no podía...
Las lágrimas y la ofuscación se lo impedían.
se encogió de nuevo.
Quería volver al seno materno, donde se sentía protegida y feliz.
Quería volver a la tierra de sus ancestros; esa tierra húmeda y lluviosa, donde el verde predominaba sobre el paisaje, y donde apenas con estirar su mano, ya estaría tocando la mar.
Una tierra de contrastes, donde en pocos kilómetros se enfrentaban la altivez de las montañas, con la dulzura de sus verdes praderas llenas de flores, junto a la bravura y belleza de su mar.
Esa mar...
Esa mar, de la que sus padres y abuelos tanto le habían hablado en infantiles cuentos para dormir...Esa mar, de la que decían que era bella como una mujer hermosa, y brava como la mas feroz guerrera .
Una tierra cuyos orígenes se desdibujaban, perdidas en la inmensidad de los tiempos, entre los laberínticos destinos celtas...
Recordaba aquella nozaleda...
Aquella nozaleda ante su casa de la que su abuelo se sentía tan orgulloso, y así se lo contaba, entremezclado entre los infantiles relatos, que un mal día, aquel sátrapa ordenó talar...
Fue como si a su abuelo le hubiesen amputado una parte de su cuerpo; una parte de él...
Quería volver a su niñez; a los abrazos de su madre; a las caricias de su padre. A su infancia feliz...
Las lágrimas continuaban resbalando por sus mejillas; mas ahora lo hacían lentamente, de forma pausada, casi como un alivio.
Se sintió un poco reconfortada, y se decidió a salir de su escondrijo y retomar de nuevo el camino entre eucaliptos...
Miró al cielo...
Desde lo alto, la luna recién salida, parecía sonrreirle.
Las estrellas le hacían guiños desde la inmensidad del cielo.
Escuchó...
A lo lejos, parecía oírse una música...
Si; sin duda era una música; probablemente de alguna de las ultimas verbenas de alguna fiesta, allá a lo lejos...
Escuchó...
Escuchó, mientras recordaba algún pasaje de las novelas de Gabo; probablemente, alguna de las que discurría en aquel pueblo...mmm...¿Cómo se llamaba...?...mmm..
Macondo; eso es...Macondo...
Recordó a aquel coronel, que no tenía quien le escribiese. También recordó al general en su laberinto...
Volvió a mirar al cielo...
De pronto un ruido la sobresaltó...
Era un perro. Un perro vagabundo, que venía por la carretera.
Al llegar a su altura, la miró..
Ella también le miró...
El perro, la contemplaba inquisitivamente, mirándola con sus dos ojos fijos y serenos...
El perro...El perro la miraba con ojos azules...
De pronto cayó en la cuenta de la música que se oía a lo lejos...
Cerró los ojos...
Era un tango...Un hermoso y dulce tango asturiano...


http://youtu.be/aCAp8rOsL6Q

A su lado, un sonido insistente, comenzó a repiquetear...
Alargó la mano lo justo para ponerle el seguro al dichoso despertador...
Desde la cocina, su marido canturreaba una canción...
-"¿Querés un mate, mi vieja...?"-
-Sí- Respondió ella...
Miró a la ventana...
Otro día, acababa de empezar...

(JotaJota)

-Dedicada a mi amiga R.F...-

domingo, 13 de enero de 2013

ESTA NOCHE

Esta noche, las hadas no me han visitado.
Tan sólo he recibido la visita de la caprichosa diosa inspiración.
Hoy, en este momento, intento hilvanar algo coherente, pese a que mis ojos parecen negarse a seguir abiertos a estas horas de la noche.
Mi subconsciente me dice que es hora de navegar por mi mundo, por mi mar de los sueños, en los que a menudo busco refugio a  tantos momentos agridulces que se suceden aleatoriamente a  lo largo de mis días.
Esta noche, intentaré  embarcarme, y lo haré en primera clase, donde el sol es mas cálido, las camas mas confortables y  los sueños...mas dulces.
Esta noche viajaré hasta el confín del universo, y una vez  metido de lleno en mis sueños, trataré de volar...
Volar...
Volar como ave migratoria, en busca de un lugar donde pasar el frío invierno, alejado de las nieves que cubren mi existencia...
Volaré cual pegaso alado, en los mas surrealistas de los sueños...
Sueños...que me hacen feliz...

http://youtu.be/2AX3pAM-tc0


Háganme un favor, ¿Quieren?...
...Sean felices...
(O por lo menos...Inténtenlo)

                                              (JotaJota)