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jueves, 14 de abril de 2016

BIOGRAFÍA DE UNA REPÚBLICA

BIOGRAFÍA DE UNA REPÚBLICA
(Bueno...Más o menos...)
-Al cumplirse el 85 aniversario de su nacimiento-




"...Cuerpos que nacen vencidos,
vencidos y grises mueren:
vienen con la edad de un siglo,
y  son viejos cuando vienen..."
                              (Miguel Hernández)



Ocurrió en el año 31...

Tras un embarazo que había durado décadas, nacía la criatura en el Barrio España.
Fueron sus progenitores, Doña Esperanza y Don Justo; hijo él de Doña Justicia, y ella de Doña Equidad; viudas ambas; la una de Don Consenso y la otra de Don Acuerdo.
Los padres, que ya creían que otro embarazo como el de 1873 no sería posible, se quedaron un tanto perplejos al saber la noticia del embarazo de Esperanza, en los años 30, cuyo estado de gestación fue harto largo y complicado.

Era una criatura muy esperada aquella, por lo que los cuidados fueron máximos, pese a las trabas que casi a diario les ponía la falta de sanidad universal; habida cuenta de que en aquella época, el Barrio España estaba plagado de enfermedades contagiosas, como la producida por aquel virus...¿Cómo se llamaba...? ...¡Ah, si!...Fascismo...Se llamaba Fascismo y estaba ya muy extendido por la vecina provincia de Europa, en la que causaba estragos, y era tan dañino como la sífilis o el cólera, y más molesto que un grano en el culo...

El caso es que aquel día 14 de abril de 1931, nacía en el ya mencionado Barrio España, aquella criatura tan esperada y tan ansiada por sus padres.

Le pusieron por nombre República...

Fueron sus padrinos de bautismo por lo civil (ya que la bautizaron aprisa y corriendo, no fuese a ser el demonio que...), Don Pueblo y Doña Soberanía, que muy ufanos ellos por el nacimiento de la que sería su ahijada, se apresuraron a presentarla en sociedad, en un acto no religioso, dado que ambos eran ateos recalcitrantes y por ello huían de los actos litúrgicos, ya que los dos eran enemigos reconocidos de Don Clero y su esposa Doña Curia, y sentían un gran aprecio sin embargo por aquel otro vecino; Don Laico; que un día llegó a ser Ministro de Hacienda, y que mediante Decreto Ley, expropió de sus bienes a aquella empresa que tenía hasta entonces el monopolio de la educación y que se llamaba Compañía de Jesús, (aunque yo me imagino que ese tal Jesús sería solamente un "testaferro" para ocultar al verdadero dueño de la empresa, como en la "Trama Gürtel" o en "Los papeles de Panamá", que al final uno nunca sabe quién es quién), y con la que hacían un gran negocio por el que además, estaban libres del pago de impuestos.

Al bautizo civil de República, asistieron miles de habitantes del Barrio España, quienes con gritos y vivas le dieron la bienvenida a la vida.

Pero no todo eran alegrías...
Un poco más lejos, calle arriba, pero sin salir del barrio, Doña Monarquía la miraba mal, y le deseaba todos los males del mundo, llegando incluso, antes de tener que cruzarse con ella o con sus parientes por la calle, a cambiar de barrio, mudándose a la Calle París del  vecino Barrio de Francia, para más tarde trasladarse a la más lejana Calle Roma, del  Barrio de Italia; y todo por no dar su brazo a torcer...

Y no sólo era ella...
Doña Dictadura; la rancia anciana que vivía en el quinto, también se mudó de barrio a la Calle Estoril, del  vecino Barrio Portugal, con la llegada al mundo de la pequeña República.

Mientras, Doña Derecha y su esposo Don Fascio, echaban espumarajos de rabia por la boca, a la vez que sus hijos : Carlismo (al que las "malas lenguas" llamaban "Don Requeté"),  Falange (que se casó con aquel tipo con nombre extranjero; JONS),  Ceda y  General, trataban de conspirar unas veces abiertamente y a escondidas las demás, para intentar que la pequeña República no llegase a hacerse mayor de edad.

Y Doña Religión; tan "casta" y puritana ella (que le gustaba fisgonear escondida por detrás de sus visillos con bordados de encajes de niño Jesús, y con la mente más sucia que un retrete público), que decía  a sus comadres Doña Santa y Doña Confesión, que aquella criatura era un engendro del diablo, y que por tanto sus familiares tenían todos cuernos (con perdón), rabo (también con perdón); que eran de color rojo (y no por el sol), y que olían a azufre.
Que se comían a los niños crudos, bebían vodka "Kremlyovskaya"  y que en sus ratos libres y para hacer la digestión tras el festín, se dedicaban a quemar iglesias y a violar a monjitas octogenarias...
Luego las tres juntas, iban como cada tarde a rezar su rosario diario, y aquí paz...y después gloria...

Además, apareció otra en discordia; una dama de la alta sociedad, acostumbrada a la buena vida, a los lujos; a comer en restaurantes de prestigio, y a alojarse en hoteles de renombre.
Acostumbrada como estaba a usar ropa importada de París, a las joyas, a los coches lujosos, a los yates y a tener grandes propiedades y una cuenta bancaria con muchos números, no tuvo inconveniente en "hacer caer en sus redes" a algunos políticos famosos e importantes del Barrio España.
Su nombre...Corruptela Generosa; aunque todos la conocían como "Doña Corrupción".
Debía de ser una mujer hermosa (yo me la imagino como una especie de "Mata Hari") que con sus encantos particulares seducía a los poderosos que terminaban por acción u omisión, complicados en turbios asuntos.
Como aquel oscuro caso de un ferry que hacía la línea Guinea-Fernando Poo, al que se le conoció con el nombre de "Caso Nombela"; o como aquel otro relacionado con unas ruletas en el Casino de la Calle Bilbao (que ambos no eran otra cosa que un tema de "comisiones ilegales", parecidas a las de ahora), para cuya trama se disfrazó de hombre adoptando el nombre extranjero de "Strapperlo" (que a mi me suena a italiano), y que por su supuesta implicacion en ambos, se vio obligado a entregar su "cetro de mando" hasta  el mismísimo Emperador del Paralelo, que a la sazón era muy amigo de Doña Ceda, ya saben, la hija de Doña Derecha y de Don Fascio; (entre nosotros...para mí que tenían un affaire).


Desde muy niña, República se hizo muy amiga de Libertad, otra niña del barrio; y también de Cultura, la hija del maestro; y por supuesto de Igualdad, la sobrina de Doña Legalidad, y a medida que iban creciendo juntas, iban soñando con la forma en que les gustaría que fuese su futuro, mientras jugaban bajo al atenta mirada de la abuela Justicia.

Desde bien jóvenes, acudieron a la escuela que regentaba Doña Constitución; una maestra seria, enjuta y tan delgaducha que parecía que estaba enferma; pero no era así, y en los momentos clave, Doña Constitución mostraba toda su fortaleza en sus enseñanzas, auxiliada y apoyada por su  adjunta, Doña Cultura; ambas firmes partidarias de la Institución Libre de Enseñanza de aquel Giner de los Ríos.

República se hizo mayor, y se hizo un vestido tricolor (a semejanza de la bandera, Roja, gualda y violeta), que le sentaba como un guante, mientras desparramaba su negra cabellera en un mohín de picardía, cuando los mozos trataban de coquetear con ella.
Y hay que ver cuan seductora era...

Como dirían ahora, era un "peazo pibón"...

Una de esas féminas que cuando uno se las cruza por la calle, no le queda más remedio que, impulsado por una extraña fuerza, volver de nuevo la mirada para verla alejarse calle arriba, mientras contonea sus caderas de forma tan sensual, con los rizos de sus largos cabellos mecidos por la brisa...

Pero no todos la veían con tan buenos ojos...

General (el hijo menor de Doña Derecha y de Don Fascio; aquel pequeñito que provocaba las burlas de sus compañeros de clase cuando iba al cole por lo bajito y lo "enclenque", además de por su vocecita atiplada; si, aquel al que sus compañeros de academia le tuvieron que aserrar 15 cm de su fusil Mauser, con el que hacía la instrucción militar, porque le venía grande y si no, le arrastraba por el suelo), que trabajaba en un cuartel militar, estaba cabreado porque se comentaba "sotto voce" que iban a hacer un ERE de extinción en la empresa Cuartelerías & Cía  Ltd. de la que su cuartel era una filial, a fin de reducir costes en sueldos de altos cargos directivos, como él, y podía quedarse sin trabajo, habida cuenta de que además la empresa ya había cerrado sus sucursales en la provincia de Cuba y en la de Filipinas, quedando apenas un puñado de "milicos" (trabajadores de la empresa, la mayor parte nativos y eventuales, que haste entonces habían estado a cargo de un capataz tuerto, manco y medio pirado), para mantener las instalaciones (tanto en cuanto no las terminaban de desmantelar, como en la actualidad la planta embotelladora de Coca Cola o la factoría de Chupa Chups, o la fábrica Santa Bárbara en Asturias,), veía peligrar su cómodo sustento, que le permitía cobrar por no hacer nada, y  en vez de "pedir la cuenta" y dedicarse a otros menesteres, sabiendo que no servía para otra cosa más que para aquello, aprovechó un viaje en avión (pagado por un conocido banquero de Barrio España en una aeronave bautizada como "El Dragón Rápido")  que hubo de realizar a aquellas tierras medio desérticas (usando la argucia de que iba a otro lugar al funeral de un ex-compañero fallecido en extrañas circunstancias), y tras una especie de "mitin" ante los capataces de obra, consiguió que iniciasen una "marcha"...
Una marcha que ya en otras zonas de Barrio España, otros como él (o peores), ya habían iniciado el día anterior.
Una marcha, en la que hasta la empresa Luftwaffe del vecino barrio de La Germanía colaboró de forma "desinteresada...bueno...a cambio de una minucia...(unas concesiones mineras de hierro y wolframio para aumentar la producción de su empresa de armamento en auge)

El caso es que aquella "marcha", que terminó a tiros y en abierta manifestación con desórdenes incluidos y desmanes, acabó mal...

Y de forma inesperada para ellos, que se creían que con aquella "alagarada" se acabaría todo, no fue así, y de repente; invitado por no se sabe quien, hizo su aparición en mitad del "conflicto colectivo", un personaje "non grato" para la sociedad de Barrio España...
Una mujer siniestra, a la que despectivamente conocían como "La Guerra"...

Era el 18 de Julio de 1936, y al enterarse de la noticia, República enfermó gravemente del disgusto, hasta fallecer cuando estaba a punto de cumplir sus ocho años de vida, lo cual dado la vertiginosidad con la que se sucedieron los acontecimientos, y con el desarrollo cultural y político de aquella convulsa época, equivaldría en comparación con los siguientes 40 años, a haber vivido 25 o 30...o quizás más aún...

Mas su agonía fue lenta; dolorosa a más no poder.

La enfermedad producida por aquel virus llamado Fascismo se apoderó de ella y de nada sirvió el tratamiento "de choque" que le proporcionaron los galenos del barrio, ni las llamadas de ayuda que desesperada hizo a los barrios vecinos. Todos estaban tan ocupados mirándose su ombligo, que cuando se quisieron dar cuenta...la infección también llegó a ellos.

Tan sólo unos pocos voluntarios (además de los ciudadanos del barrio) venidos de multitud de países llegaron a Barrio España para juntos tratar de acabar con la plaga, pero fue en vano; fue como "matar moscas...a cañonazos" y aquellos pobres voluntarios a quienes llamaban cariñosamente "brigadistas", dejaron también su vida en los campos del Barrio España, muertos por acción del maldito virus...

Todo fue inútil; República había muerto, y con ella murieron también un poco Esperanza, Justicia, Igualdad, Libertad, Cultura...Y miles de habitantes del Barrio España.

...Era 18 de Julio de 1936, y España empezaba a desangrarse por culpa de una puta guerra que duraría tres largos años, y cuyos efectos aún se recuerdan hoy en día...

Una puta guerra de la cual aún no han cicatrizado sus heridas, porque aún están infectadas...

Una República que para muchos apenas pasó de ser sólo un sueño, y una posterior dictadura tan dura, sanguinaria y real...que duró 40...


...Y luego dirán que "Paco" murió en la cama, aunque luego lo enterraron como a los faraones...en su pirámide particular...

(O lo que es lo mismo...Allí "descansa" él...pero aquí...descansamos todos)


...Y es que todo es tan efímero...
 Réquiem scant in pace...



                                                   (JotaJota)