"Somos provincianos
de la Osa menor,
a la conquista del espacio
interestelar,
y vestidos de gris claro,
por no perdernos..."
(Franco Battiato)
Y cada noche, partimos, embarcados en nuestra mágica nave de cuatro patas, en busca de inciertos destinos mas allá de las estrellas, en ese punto exacto donde convergen ficción y realidad, en una fase extra corpórea, en la que dicen se separan cuerpo y alma, y mientras el uno permanece inmóvil, tendido en posición de decúbito supino, la otra inicia su peregrinar entre los millones de nebulosas y galaxias espirales que forman el universo eterno y sin final.
Una expedición cada noche repetida, buscando mundos anhelados, que partiendo de los ocasos vespertinos, nos lleva hasta aquellos lugares que sólo viven en nuestra imaginación desbocada, que al igual que un "culo de mal asiento", no halla lugar donde asentarse.
Caminos nunca transitados, que nos alejan del mundo y su rutina, conscientemente extraviados del diario camino marcado en nuestro destino, para al igual que modernos holandeses errantes, vagar sin rumbo fijo por el mar de los sueños.
Nuestro alrededor se convierte en un mar del silencio, a imagen del mar lunar, donde entre abiertos cráteres, vamos zigzagueando , siguiendo el caprichoso camino que nuestro subconsciente va marcando a ritmo del tic-tac del reloj de la mesilla de noche.
Tal vez en alguna momento de nuestra errática marcha, accidentalmente encontremos la senda correcta que nos lleve a las puertas de Sirio, desde donde siguiendo una extraña deriva en diagonal, podremos alcanzar los vestigios de la vieja Atlántida, donde nuestros antepasados moran eternamente entre los brazos del tiempo.
Yo, aun no he llegado hasta ese punto, pero...quién sabe...tal vez algún día lo logre...
Entretanto, entre sueños, lo sigo intentando...
...¿Quieren acompañarme?...
©(JotaJota)
http://youtu.be/9iKp6bN4zvQ
...Háganme un favor...¿Quieren?...
...Sean felices...
(O por lo menos...Inténtenlo...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario