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jueves, 16 de mayo de 2013

LAS SOMBRAS DE LA NOCHE

Esta noche, las sombras me han cogido de imprevisto, y desde un rincón de la estancia, Morfeo me está haciendo gestos para que me vaya ya a dormir...

Sobre el plumas de mi cama, mi gata se estira y bosteza, mientras me mira con ojillos dormilones...
Un suave maullido, me indica que también ella quiere que me vaya ya a la cama.

Me tumbo sobre las sábanas mirando al techo, y ella aprovecha la coyuntura para buscarse un hueco sobre mi pecho, donde se arrebuja ronroneando feliz...

Sobre el techo, la luz que se cuela por las ranuras de la persiana, y que me disfrazan con un pijama a rayas horizontales, también dibuja arabescos y provoca reflejos en las tulipas de la lámpara que pende del techo, con sus seis brazos dorados rematados en una pieza de cerámica.

En la calle, la lluvia ha dejado de caer, y nos ha dado una momentánea tregua, hasta que de nuevo las nubes cubran el cielo, haciendo desaparecer tras su negro manto a la luna y a las estrellas que, tímidamente se asoman a ratos a la ventanita abierta que dejan entre si los cirroestratos acumulados.

El aire huele a fresco y a tierra mojada. Las gotas de agua que se escurren por los cristales, resbalan lentamente por el vidrio hasta terminas en la base de la ventana, desde donde gotean con cadenciosa frecuencia, sobre las baldosas de la acera.

En la acera de enfrente, justo al lado de los contenedores, otro gato maúlla mirando al cielo, tal vez llamando a su amada...tal vez llorando el amor que se le perdió.
Un auto pasa haciendo ruido y el felino corre asustado a refugiarse bajo un banco de la plazoleta circular, desierta hoy, tras haber espantado el frío y la lluvia a los tertulianos que cada noche se reúnen allí, para hacer mil cábalas intentando arreglar un país al que ya no puede arreglar...ni la madre que lo trajo al mundo...

Mi mente pugna por evadirse y yo le abro las puertas de par en par, para que comience su noctámbula andadura por los insondables reinos de los sueños, donde todo es posible...

A mi mente, acude un paisaje que me resulta familiar.
Un paisaje en el que entre las sombras del ocaso, aún puedo distinguir una enorme roca casi vertical, que se alza sobre la mar embravecida por el viento del nordeste, que hace que sus olas se ericen de blancas crestas coronadas de espuma blanca.

La misma espuma blanca que brota de ellas al chocar con furia contra los acantilados, produciendo sobre la mar enormes manchas blancas, a las que nosotros llamamos "espumeros", donde se dice, habita el semi-dios Espumeru; dios menor de la mitología asturiana.

Sobre lo alto de la vertical mole granítica, se puede vislumbrar la silueta de un hombre...
Un hombre que postrado de rodillas, eleva al cielo sus brazos, como suplicando; como esperando a que la luna...le acoja de nuevo entre la luz de sus brazos...

A lo lejos; sobre el silbido del viento, se escucha una melodía...

Si escucháis con atención, seguro que la oiréis...

©(JotaJota)

http://youtu.be/54XztbNJ87g

...Háganme un favor...¿Quieren?...
...Sean felices...
(O por lo menos...Inténtenlo...)

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