Apenas si ha anochecido aún...Y ya se me hace larga la noche...
Hasta mis oídos llega el triste y desgarrado sonido del reproductor de mp3, en el que suena un bello tango del maestro Cacho Castaña, en la voz de una excelente tanguera, que con la voz quebrada canta sus nostalgias con arena en la garganta.
Sentado ante la pantalla, mis dedos corretean sobre el teclado, pulsando aquí y allá sobre las negras teclas, oprimiendo ora una "A" aquí; ora una "Ñ" allá, ora una "S" acullá; saltando y brincando sobre los caracteres, componiendo una alocada danza de dedos, mientras que ante mi, en la blanca pantalla, las letras van surgiendo como si de minúsculos insectos saltarines se tratase, encadenando un texto lleno de metafórica locura...
Mis manos hacen una pausa, y el cursor se queda parado ante mis ojos parpadeando; haciéndome guiños; no se si de complicidad, o tal vez de desafío; de reto; como esperando ver cual va a ser mi siguiente frase.
De nuevo mis dedos arrancan con su alocada y frenética danza sobre las teclas y el cursor avanza paso a paso, dejando tras de si un reguero de letras. Un rastro de consonantes y vocales entremezcladas, que componen mis quiméricos pensamientos de orate chalado, expresando el laberíntico conglomerado de ideas que bullen en mi materia gris.
Hago otra pausa y releo lo escrito.
Al leer, tengo la sensación de tener algo en mi garganta; como si yo también tuviese atragantado en ella...un puñado de arena...
De nuevo otra pausa y vuelvo a releer...
Algo no me convence, y tras oprimir el "DELETE", el parpadeante cursor que me desafiaba, vuelve sobre sus pasos haciendo desaparecer por arte de "birli-birloque" el negro reguero tras de si.
Descubro el problema...
Me he quedado atrapado en una metáfora, de cuyos inciertos límites no atino a escapar...
Mi mente sigue en febril ebullición...
La danza de mis dedos arranca de nuevo, mientras la sensación en mi garganta va en crescendo, al mismo ritmo que la música...
De repente, un golpe de tos, y vomito mis letras sobre el teclado.
Mis dedos casi no dan abasto para irlas colocando en su lugar; una tras otra; una a una, sobre el fondo blanco de mi escritorio.
En mi cabeza, un verso se repite sin cesar...
Es un verso de un bello tango...
...¿Lo oís?...
©(JotaJota)
http://youtu.be/zNzsTCi22lU
...Háganme un favor...¿Quieren?...
...Sean felices...
(O por lo menos...Inténtenlo...)
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