SEGUIDORES

domingo, 14 de junio de 2015

MI VECINA "LA DEMAGOGIA"

Desde hace una temporada, y seguramente con relación a lo de las pasadas elecciones municipales y autonómicas, cada vez que abro alguna noticia y me pongo a leer, aparece siempre una palabra en casi todas ellas.
La palabra en cuestión es  "demagogia "...

Según el diccionario de la RAE, la palabra demagogia significa:

1- Práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular.

2- Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.

...Demagogia...

Qué palabra tan fea...

...Demagogia...

Suena como al nombre de una vecina; si, si; de una vecina; esa vecina gruñona y desagradable a la que todo le molesta.

-"Papá, que dice la señora Demagogia que se ha fundido la bombilla del portal."
-"Mamá, que la señora Demagogia nos ha echado a la calle a jugar porque dice que molestamos"
-"No te preocupes hijo, es que a esa señora le molesta todo".
-"Vecina, ¿has visto la que tenía liada ayer la señora Demagogia con su marido?; menudo espectáculo"
-"¡Buenas tardes doña Demagogia!; ¿Cómo está usted?

...Demagogia...

Vaya "palabreja"...

Y resulta que en los medios de comunicación y en la política, se usa casi a diario.
Que digo yo, que le podían cambiar el nombre por otro, porque en nuestra aún joven democracia, con ese nombre, no va a encontrar marido nunca.

¿Se imaginan?.

-¡Ring...Ring!
-¿Aló?
-¿Está Demagogia?
-¿De parte de quién?
-Dígale que soy Constituto, su novio.
-Si, un momento, ahora de pone.
-¡Demaaaa!...¡Tu novio Constituto al aparato!
-¿Si?
-Hola Dema, mi amor
-Hola Consti, cariño.
-¿Quedamos a las cinco?
-Claro Consti, tesoro, a las cinco nos vemos.
-De acuerdo, entonces paso a recogerte con el coche oficial.
-Muy bien cielo, un beso.
-Otro para ti, Dema, cariño.

Tu..Tu..Tu...Tu..Tu...

Pero esa es la "cara" amable, porque yo a la señora Demagogia, me la imagino con una falda negra, una camisa blanca y una bata de andar por casa; en zapatillas con "pompones", y con un moño sujeto con horquillas a su cabeza; cara de mala uva y ya puestos...una verruga en la nariz.
Asomada tras los visillos de su casa, la señora Demagogia "vigila" el ir y venir de la gente, de los vecinos; escuchando tras la puerta cuando subimos por las escaleras para luego ir corriendo a contarle a su marido don Constituto las nuevas.

-Consti; ¿Has visto?...Menudas horas de llegar estos vecinos, seguro que vienen bebidos.
-Si, cariño...le respondería Consti, mientras sigue ojeando en el diario Marca los resultados de los encuentros de fútbol.
-Y no veas que faldita llevaba ella; enseñándolo todo.
-Si, cariño, respondería Consti mientras se imaginaba qué hubiese pasado si en vez de casarse con la señora Demagogia, se hubiese casado con aquella antigua novia que tuvo, que se llamaba República.

Aquella de la melena larga; de los vestidos tricolor, de la sonrisa pícara que ponía mientras en una mano sostenía una balanza y una bandera en la otra.
Aquella si que era una mujer, con la piel suave, belleza extrema y provocadora hasta sólo con evocarla.

Consti, siente algo raro a la altura de la bragueta de su pantalón, y un poco ruborizado por aquel "arranque" de recuerdos, se enfrasca de nuevo en la lectura del Marca mientras Su señora, Demagogia, sigue con su labor de calceta hablando y hablando sin parar.

Consti se imagina...

Hubiésemos tenido varias hijas...

A una la llamaríamos  Democracia.
A otra Libertad.
A otra Esperanza.
A otra Justicia.
A otra Igualdad.
A otra Felicidad.
Y a la mas pequeña, que seguro llegaría ya sin esperarla, Utopía...

La mente de Consti se evade en el tiempo evocando viejos recuerdos en los que aún era un jovenzuelo y le gustaba "coquetear" con diferentes opciones de féminas.

Mas sin embargo, las cosas son como son, y Constituto se casó con Demagogia, que le conquistó a base de buenas palabras, de promesas incumplidas y de objetivos no logrados.
Y aún se volvió mas "rancia" si cabe, cuando empezó a tratarse con aquella otra vecina que vivía tres bloques mas abajo llamada doña Corrupción.

Entonces fue el no va mas. 

Empezaron a aparecer las deudas sin pagar, los gastos no justificados, la intransigencia, la mentira...
Todo empezó a irse al traste, y los problemas domésticos se iban sucediendo de uno en otro.
Consti ya estaba hasta las narices.

En muchas ocasiones pensó que tal vez sería cosa de ir pensando en el divorcio y buscarse un buen abogado matrimonialista, que le arreglara los papeles para perderla de vista de una vez y tal vez, ya después de anciano, volver a buscar, escarmentado, al amor de su juventud.


Tal vez era ya hora de que Consti se pusiese a buscar a su amada República, para al menos terminar sus días siendo feliz entre sus brazos.

¡Ring...Ring...!

El teléfono rompe el silencio y los sueños de Consti se desvanecen justo en el momento en que iba a llevarse "al huerto" a la provocadora República.

Demagogia deja su labor de calceta a un lado y levanta el auricular.

-¿Alo?
-Hola, buenos días. ¿Es la señora Demagogia?
-Si, si señor, para servirle.
-Mire, la llamo desde el despacho de abogados; es en relación a la denuncia que le han puesto a usted por difamación.
-Ah si...¿Y cómo ha quedado?; ¿Ya tenemos sentencia?
-Si señora, por eso la llamo, dice el abogado. Me temo que no tengo buenas noticias.
-¿Y eso? Inquiere Demagogia.
-Pues eso, la han condenado; la han declarado culpable de fraude.
-Vaya...¡Lo que me faltaba!...
-Y...eso no es todo...
-Ah...Pero...¿Aún hay mas?, pregunta demagogia...
-Desgraciadamente si; aún hay mas.¿Recuerda usted que en su día se declaró insolvente?
-Si, claro, para proteger mi patrimonio.
-Pues eso...
-¿Eso qué?, pregunta Demagogia visiblemente alterada.
-Pues eso, responde el abogado; que no va a poder ser, porque el tribunal ha sentenciado que debe ser usted desahuciada con apercibimiento de lanzamiento, para subastar sus propiedades y pagar con ellas la indemnización por daños al pueblo.

Demagogia ya no alcanza a decir mas...
Se desvanece cayendo al suelo con un sonoro golpe...

-¿Oiga?..¿Oiga?...¿doña Demagogia?...

Mas Demagogia ya no contesta; ha perdido el sentido.

...Entretanto, Consti...sigue enfrascado en los resultados de  su fútbol...

                                                                      © (JotaJota)






No hay comentarios:

Publicar un comentario