SEGUIDORES

domingo, 17 de mayo de 2015

¿DÓNDE ESTÁ DIOS?

¿DÓNDE ESTÁ DIOS?


Hoy me viene a la mente una vieja canción.

Una canción de aquel autor...Atahualpa Yupanqui, que en lengua Quechua, quiere decir algo así como "aquel que viene de lejos y tiene algo que decir".

Una canción que habla de dudas, de preguntas; de existencialismo.
Una pregunta que mas de uno nos hemos formulado muy a menudo...

...¿Dónde está Dios?...

Como en su día dijo el escritor y periodista Andrés Aberasturi en su libro Dios y Yo, "desde aquel momento comprendí que mi relación con Dios iba a ser complicada".

Y es que a tenor de lo que nos dicen; de lo que nos dijeron, de lo que nos han dicho que han oído que decían, uno no tiene mas remedio que imaginarse a Dios como un señor de barba blanca, sentado en un sillón de orejas, ojeando un libro ya ajado por el uso, remendado con  cinta tesa film para intentar frenar su deterioro, y forrado con papel de diario, como antiguamente forrábamos los libros, mientras distraidamente echa un vistazo complaciente por encima de la montura de sus gafas de leer, sobre el caótico mundo que yace a sus pies.

Y es que el señor Dios, ya está cansado, cansado como yo; cansado como tantos otros de tratar de hacer el bien sin que sirva de nada.
Cansado de aconsejarnos en mitad de nuestros sueños, en los que debe penetrar de manera furtiva, como los "cacos", de intentar inculcar en nuestras obtusas mentes, unos ideales que no pasan de ser para muchos nada más que meras utopías de felicidad, paz...y de lo que se tercie.

Mas el ser humano; tonto de baba y encima recalcitrante, sigue en su diario devenir dejándose manipular por los medios de comunicación; por la tv, y por otros seres humanos que se creen mas listos que uno, y que poco a poco, de forma subliminal a veces, nos meten en la cabeza absurdas ideas de grandeza que siempre acaban mal.

Y llegados a fechas como en las que estamos, y pese a "la que está cayendo", el señor Dios, según me imagino, estará riéndose a carcajadas de las ocurrencias de algunas personas que tras su oficio de político, con muy buenas palabras, pero dejando aparte su educación, nos amenazan con las mil y un plagas de Egipto, si votamos a éste..o a aquel...

Nos pintan a unos con alitas de angelitos, y vestidos de blanco, y a otros, con cuernos, rabo y oliendo a azufre....

Que no...
Que no es así...

Que "ni son todos los que están, ni están todos los que son...".

Que lo de las plagas podría haber resultado útil en tiempos pasados del "contubernio judeo-marxista y masón", pero que hoy en día resultan poco mas que patéticas, en boca de una "casta" que sólo pretende  perpetuarse en el "status quo" que les viene bien, a modo de "Pacto del Pardo", en el que ambos se repartirían el ejercicio del poder en el tiempo, sin sobresaltos.
Sin sobresaltos para ellos, claro; porque al resto, últimamente y a fuerza de decretazos,  nos salen mas canas cada día...o nos quedamos calvos, vaya.

El caso es que  entretanto, el Señor Dios, allí sigue; partiéndose el pecho de la risa, viendo andar en bici, pegar carteles, poner cara de buenos y barrer bajo la alfombra del olvido, la podredumbre de un sistema que ya no resulta eficaz para la gran mayoría de gentes de a pie.

Y es que aquello del "libre albedrío", se ha quedado en nada, porque para quienes aun queremos seguir aplicándolo en nuestras decisiones, se nos fuerza, se nos presiona; se nos "escrachea" continuamente con propaganda; con buzoneo incluido, como si de una mera campaña publicitaria se tratase...
Salimos de casa, y en el panel publicitario de enfrente, vemos un "maremagnum" de caras sonrientes como judas, que nos incitan a "ejercer nuestro derecho sin condicionamientos".



Y mientras en nuestra mente vamos analizando las palabras de unos y de otros, no nos damos cuenta de que en este país, la única palabra que cuenta, es la nuestra; la de los pobres de a pie, que somos en ultima instancia quienes vamos a decidir nuestro futuro, y no la de ellos, que están ahí "de prestado"; como una inversión a un plazo de cuatro años, al termino de los cuales, vamos a analizar los beneficios obtenidos, los costes y las pérdidas si es que las hay, (claro que las hay...faltaría más), para  en una próxima ocasión decidir de otro modo...o del mismo, vaya usted a saber.

Pero el caso es que  mientras tanto, seguimos imaginándonos al Señor Dios allá arriba; en su sillón de orejas, acariciándose su larga barba blanca, mientras con sus ojillos ya miopes, nos contempla desde su posición elevada, sintiéndose ya tan  cansado, que no tiene ganas de intervenir y pensando tal vez en su jubilación...

...Y así son las cosas...
Y así son las cosas y así se las cuento...

Y entretanto, tal vez sea cosa de que haga como dios; me mantenga en una posición "neutral" en la que nada me afecte mentalmente, hasta que llegue el día de ejercer mi "libre albedrío"...

Seguramente, después de ello, el Señor Dios, seguirá riéndose...

                                                               © (JotaJota)


No hay comentarios:

Publicar un comentario