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jueves, 26 de junio de 2014

NOCHES PEGAJOSAS

NOCHES PEGAJOSAS

Esta noche, me resulta pegajosa...

Pegajosa como esos caramelos olvidados durante meses en el cajón, ocultos a las miradas y a las manos...

Pegajosa como el azúcar derretido, que se empeña en incrustarse en nuestra piel y no quiere salir ni a fuerza de lametones desesperados.

Pegajoso como el calor de los días de tormentas de verano, que empapa nuestra piel de pringoso sudor que hace que nuestras ropas se peguen a nuestro cuerpo como lapas a la piedra.

Pegajosa como la savia del muérdago, con la que de niños agarrábamos jilgueros en los remansos de algunas riegas de poca profundidad cuando iban a bañarse.

Pegajosa como las ideas que hoy me asaltan y que no tengo ganas de relatarles.

Hoy me siento insignificante...
¿Por qué?...No lo se...

Tal vez la visión de la naturaleza en todo su esplendor de esta mañana; las aldeas envueltas en la matinal niebla mientras un tenue orbayu matinal caía de un cielo gris, tengan la culpa de ello.

Tal vez sea fruto de mis dolores, que son muchos, o de mi cansancio acumulado de meses y meses sean los culpables de este estado en el que ni teclear me apetece.

Tal vez sea que ya voy necesitando un descanso; un asueto no se si merecido o no; pero el caso es que necesito poner mi interruptor en posición de off, o en todo caso...de stand by...

Hoy mi mente se niega a pensar en otra cosa que no sea en ese remanso de paz de la cabaña de madera a los pies de la montaña; en su misma falda; rodeada de un verde prado en el que los pájaros exhiben sus cantos sobre las ramas de los cerezos...

Ese remanso a los pies de esa pétrea mole de caliza con nombre de vieja, con el valle de los mosquitos al fondo, sin temor a que me piquen; pues según dicen, son cordiales con los recién llegados, máxime si llegan en "son de paz"...

Echo de menos a mi mar...
Extraño el sonido de la marea; el rumor de las olas; la impresionante visión de su blanca espuma en un alarde de mal genio cuando choca con los escarpados pedreros de los verticales acantilados de mi costa verde...

Echo de menos las lánguidas tardes a la sombra de los eucaliptos, armado de lápiz y papel, esperando la llegada de la dama inspiración, que en esos días se hace de rogar...

Echo de menos la paz...

Hoy mi mente ya no da mas de si; tal vez porque en su interior, mi masa cerebral también se ha convertido en algo denso y pegajoso que amenaza con escapárseme por mis oídos y mis fosas nasales y terminar desparramada sobre mi mesa iluminada por el torrente de lúmenes prefabricados de mi lámpara de bajo consumo.

Hoy es un día gris...

Y grises son mis pensamientos, tal vez influenciados por el color plomizo del cielo...

Mejor me refugio en mis sueños, donde los colores yacen entremezclados en un crisol esperando ser depositados sobre la paleta del pintor de las noches de luna llena, que llena de coloridas ilusiones el onírico mundo de los inocentes...

...Y mañana...Amanecerá de nuevo...O no...¿Quién sabe?...

Mejor me voy a dormir...

Pero entretanto espero el amanecer si es que llega...

...Háganme un favor...¿Quieren?...
...Sean felices...
...(O por lo menos inténtenlo)...

Y mañana, si amanece, y la autoridad y el internet me lo permiten, estaré de nuevo aquí para contarles mis absurdos pensamientos...

Pero sólo si me prometen que Uds. también estarán ahí para leerlos...(Si no...no hay trato...)

©(JotaJota)

http://youtu.be/k0GuDpJmeeI

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